cristales estallan sin cesar, y sus pedazos copan el lugar
y su ruido seco y estridente, llena el ambiente antes calmo
no poses tu pies descalzos, sobre la alfombra de filos
es tu pensar el mio, y tu sufrir mi sufrir,
nada que te he de herir, te haré, ni dejaré que hagas
aunque mi herida corroas avida de mas sangre,
yo seré entero hasta el final y no cederé a la tentación
Rusticas maderas de antaño, ya se han quebrado
nunca volverán a ser árbol ambos lo sabemos
quizas sirvan solo como leño para un nuevo fuego
un crispante fuego que caliente y forje cristales nuevos
cristales que tarde o temprano, estallaran sin cesar.
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8 comentarios:
Diría mi vieja... ¿¡Porque no te fijás lo que hacés!? Andá a buscar la escoba y ponéte algo en los pies porque te vas a cortar los dedos...
Felix, muy poetico su comentario...
¿Sí, no?
¿Querés un comentario poético?
Mmmm... No tengo ganas. El poema está bueno... Me trajo muchos recuerdos y muchas escenas en las cuales dije algunas palabras como esas. "Nada que te he de herir, te haré, ni dejaré que hagas"... Me hace acordar a una idiotez que hice/dije una vez...
ninguna palabra es idiota cuando se siente...
El problema es ese, no lo sentí y por eso fue una idiotez...
(Nunca pensé que estaría diciendo algo así en un blog tuyo, Gustavo...)
"Nunca pensé", me quedo con esa parte de la reflexión, me parece muy realista....
Bueno, creo que tenés razón...
Si, en mis Blogs siempre tengo razón yo...
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